Tiempo de revancha

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Con la llegada de los días cálidos de primavera por fin nos podemos liberar de abrigos innecesarios, recuperar la libertad de nuestro cuerpo y despedirnos de los colores oscuros que generalmente nos suelen acompañar en invierno para reemplazarlos por algo más alegre. Al comienzo de cada temporada los diseñadores nos proponen algún color de moda que muy pronto invade todas las vidrieras y nos satura mucho antes de que hayamos tenido tiempo de invertir en alguna prenda.

Para evitar caer en la tentación de uniformarnos y resaltar lo mejor de nosotras, la primavera es la época ideal para poner en uso la camisa blanca. Esta prenda, la más sencilla y también la más versátil del guardarropa femenino, tiene la gran virtud de quedar bien con cualquier tono de piel, dar luz al rostro, resaltar el incipiente bronceado y dar un aspecto fresco y prolijo.

La camisa blanca puede lucir muy sofisticada a pesar de su sencillez. En la boda de Máxima Zorreguieta, la princesa Rania de Jordania, llevó una de estas prendas acompañando una pollera de gasa y encaje y su look fue tan llamativo que acaparó la tapa de muchas revistas de actualidad y en la ceremonia de los Oscars 1998 fue Sharon Stone, con una camisa de su esposo y una sencilla pollera de satén, quién se robó todas las miradas.

Gracias en buena medida a las campañas publicitarias de perfumes Calvin Klein o Armani por ejemplo, la camisa masculina algún talle más grande se suele asociar con la intimidad post sexo en que la mujer le roba esa prenda a su pareja para cubrir su desnudez y establecer una complicidad con su amante. Por esa razón se la ve como un elemento sexy a pesar de su aspecto casi virginal. Pero la tendencia de las mujeres a robar la camisa masculina es de larga data, el cine, por ejemplo, presenta varios casos. Quizás una de las imágenes más emblemáticas sea la de Audrey Hepburn paseando por Roma en “La princesa que quería vivir” o la de Diane Keaton en “Annie Hall” (o Manhattan) que con sus looks en el film creo una fiebre por las ropas masculinas. Sin ir tan lejos en el tiempo, se encuentra Julia Roberts en “Mujer Bonita” y la letal pero magnífica Angelina Jolie en “Sr y Sra Smith” y ¿quién puede olvidar a una encantadora Uma Thurman seduciendo con su danza a John Travolta en “Pulp Fiction”?

O sea, la camisa blanca es un clásico a tener en cuenta y uno muy fácil de conseguir. Todas tenemos algún hombre a quien robarle una ya sea novio, marido, padre o hermano. Para las que no quieren cometer ningún delito, este tipo de prenda se puede encontrar en cualquier lado (incluso en los supermercados), su valor sólo depende de la calidad de la tela y de su diseñador.

Hablando de diseñadores, probablemente a quién más se identifica con la camisa blanca es a Carolina Herrera. Esta mujer impecable la luce habitualmente, además de presentarla siempre en sus colecciones, porque según sus propias palabras la hace sentir, segura, apropiada y bella. En su caso generalmente la lleva con mangas arremangadas, la combina con polleras largas y en ocasiones la acompaña con collares.

Pero para las más jóvenes no hay nada mejor que usarla con un par de jeans. Esas dos prendas básicas ( la camisa blanca y el jean), con los accesorios apropiados pueden cubrir las necesidades del día a la noche.

Resta decidir cómo usarla. Para lograr un look sexy conviene seguir el ejemplo de las francesas y usarla desabotonada hasta el punto justo en que se pueda visualizar un corpiño negro debajo. Para un look canchero se puede usar anudada.

Para dar una imagen de “no me importa nada”, usarla calzando sólo un lado ( derecho o izquierdo) dentro del pantalón y por último, para las que piensan que una camisa blanca es aburrida, pueden probar a usarla al revés con los botones a la espalda.

Cualquiera de las opciones sirve, lo importante es que nos sintamos seguras con nuestra opción para poder transmitir una imagen fresca y relajada y vernos regias.

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  “Para mí es como una red de seguridad. Cuando no sé qué ponerme, elijo una camisa blanca. Puedes darle tu propio estilo: con unos pantalones, incluso con una falda de noche”.  Carolina Herrera

5 comentarios sobre “Tiempo de revancha

  1. Me encanto muy cierto tu comentario de hecho cuando no se que ponerme siempre digo un buen Jean y una buena comida blanca 👏🏻👏🏻👏🏻👌🏻

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  2. Buenísima nota, y estoy totalmente de acuerdo. Te digo más, creo que voy a ir quedándome solamente con pantalones blancos y negros para combinar con camisas del mismo color y dar el tono de color con los pañuelos que me gustan tanto. Eso reduciría aún más mi guardarropa, lo cual es una de mis aspiraciones. Tener pocas cosas, lindas, sencillas y que me queden bien. Qué bueno seguir conectadas por acá. Un abrazo grande.

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